- Hace más de un siglo, era tan habitual que los visitantes se hospedasen en viviendas destinadas a uso turístico, que el propio ayuntamiento de San Sebastián elaboró un censo y habilitó una oficina para ofrecer estos alojamientos.
- A principios del siglo XX, San Sebastián contaba con centenares de viviendas para uso turístico frente a unas pocas decenas de hoteles.
El turismo no es en Donostia un sector económico reciente, como ha podido ocurrir en otras capitales. En las primeras décadas del siglo XX, la capital guipuzcoana ya despuntaba como un destino estival referente a nivel europeo.
Desde el derribo de las murallas (1863) hasta los años 30 del siglo pasado San Sebastián creció al calor del turismo y de una realeza que consagró la ciudad como capital del turismo, entonces llamado “veraneo”.
Fueron los años de mayor prosperidad de la ciudad. El desarrollo del ensanche, el tranvía eléctrico, el alumbrado eléctrico de las calles, el Casino, el Paseo Nuevo, el Teatro Victoria Eugenia o el Hotel María Cristina, entre otras efemérides, son fruto precisamente del turismo.
El turismo fue y es por tanto el motor de la actividad económica de la ciudad. A principios del siglo XX, San Sebastián contaba con centenares de viviendas para uso turístico frente a unas pocas decenas de hoteles. Por lo tanto, hace más de un siglo, mucho antes de la irrupción de internet, era tan habitual que los visitantes se hospedasen en apartamentos turísticos en San Sebastián, que el propio ayuntamiento elaboró un censo y habilitó una oficina para ofrecer estos alojamientos.
En el año 2018, San Sebastián fue una ciudad pionera en el Estado por regular las condiciones de implantación de la actividad turística en viviendas, volviendo así a contar con un censo de viviendas para uso turístico municipal, que coge el testigo, por tanto, del primer censo de principios del siglo pasado.