San Sebastián es de esas ciudades que te atrapan con su encanto desde el primer minuto.
Entre sus playas, su arquitectura elegante y su famosa gastronomía, hay mucho por ver y disfrutar.
Si tienes cinco días por delante, prepárate para un viaje sin prisas, pero lleno de rincones especiales. Aquí te dejamos una guía con los sitios que no puedes perderte.
Día 1: Paseo por la Parte Vieja y Monte Urgull
Parte Vieja de San Sebastián
Si quieres empaparte del alma de San Sebastián, la Parte Vieja es el punto de partida perfecto.
Este barrio es una joya llena de historia, buen ambiente y, por supuesto, los famosos pintxos, esas pequeñas delicias gastronómicas que encuentras en cada bar.
En tu recorrido, no te pierdas la iglesia de San Vicente, la más antigua de la ciudad, con su impresionante estilo gótico. A pocos pasos, la basílica de Santa María del Coro te sorprenderá con su espectacular arquitectura barroca.
Monte Urgull
Después de recorrer la Parte Vieja, toca subir al Monte Urgull para disfrutar de unas vistas brutales de San Sebastián con la bahía de la Concha a tus pies. Es un paseo fácil y agradable, ideal para hacer en familia y desconectar un rato.
En la cima te espera el Castillo de la Mota, una antigua fortaleza que ahora tiene un museo gratuito sobre la historia de la ciudad. Y si buscas la foto perfecta, este es el sitio, sobre todo al atardecer, cuando la luz hace que todo se vea aún más espectacular.
Día 2: Playa de la Concha y Palacio Miramar
Playa de la Concha
La playa de la Concha es el alma de San Sebastián y una de las playas urbanas más bonitas que verás. Ya sea para darte un baño, tumbarte en su arena fina o simplemente pasear por su icónico paseo marítimo, este lugar no tiene desperdicio.
Si sigues el paseo hasta el final, te encontrarás con el Peine del Viento, una impresionante escultura de Eduardo Chillida que se funde con el paisaje. Cuando las olas chocan contra las rocas, el espectáculo es una pasada.
Palacio Miramar
Después de disfrutar de la playa, sube hasta el Palacio Miramar, una antigua residencia de la realeza con jardines abiertos al mar. Es un sitio perfecto para desconectar, hacer un picnic o simplemente sentarte a disfrutar de las vistas.
Desde aquí tienes una panorámica de la bahía de la Concha, ideal para ver el atardecer y cerrar el día con una imagen de postal.
Día 3: Monte Igueldo y Aquarium
Monte Igueldo
Si quieres una de las mejores vistas de San Sebastián, el Monte Igueldo es una parada obligatoria. Puedes subir en funicular, lo que le da un toque especial al viaje, y una vez arriba te encontrarás con un parque de atracciones con un aire retro que le da mucho encanto, especialmente para los más pequeños.
Desde la cima, las vistas son una locura: la bahía de la Concha, la ciudad y el mar se extienden ante ti en una panorámica espectacular. Para llevarte la foto perfecta, sube a la Torre del Monte Igueldo y disfruta aún más de la perspectiva.
Aquarium de San Sebastián
Después de disfrutar del Monte Igueldo, baja al puerto para visitar el Aquarium de San Sebastián, uno de los más antiguos y completos de Europa. Su mayor atractivo es el túnel subacuático, donde puedes ver tiburones, rayas y muchas otras especies marinas nadando a tu alrededor.
Si viajas con niños, esta es una actividad top: divertida, educativa y diferente. El recorrido dura aproximadamente una hora y media, pero es una experiencia que merece la pena para todos los públicos.
Día 4: Excursión a la Isla de Santa Clara y Mercado de la Bretxa
Isla de Santa Clara
Si quieres hacer una escapada diferente en San Sebastián, la Isla de Santa Clara es un planazo. Se llega fácilmente en barco desde el puerto viejo, y una vez allí, puedes recorrer sus senderos, disfrutar de la tranquilidad y relajarte en su pequeña playa.
Lleva calzado cómodo para caminar y aprovecha para desconectar en plena naturaleza. Si te apetece un descanso con vistas al mar, en la isla hay un pequeño bar donde puedes tomar algo y disfrutar del paisaje.
Mercado de la Bretxa
Al volver a la ciudad, pásate por el Mercado de la Bretxa, un sitio perfecto para probar la comida vasca.
Si buscas recuerdos originales, alrededor del mercado hay pequeñas tiendas con artesanía vasca y productos típicos que son ideales para llevarte un pedacito de San Sebastián a casa.
Día 5: Museo San Telmo y barrio de Gros
Museo San Telmo
El Museo San Telmo es una visita obligatoria. Situado en pleno corazón de la Parte Vieja, este museo tiene una colección impresionante de arte vasco, arqueología y exposiciones temporales que siempre sorprenden.
El edificio en sí ya es una pasada, ya que ocupa un antiguo convento, dándole un ambiente único. Además de las exposiciones, puedes visitar su bonito claustro y una iglesia desacralizada que ahora se usa para eventos culturales. Es el lugar perfecto para entender mejor la esencia del País Vasco.
Barrio de Gros
Para cerrar tu visita a San Sebastián con buen rollo, pásate por el barrio de Gros. Este es el rincón más especial de la ciudad.
Aquí encontrarás la playa de Zurriola, el punto de encuentro de los amantes del surf, ideal para ver el atardecer con buen ambiente.
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